¿Por qué enferma el humano?

El humano enferma porque es susceptible y por esa misma susceptibilidad logra la curación. Las acciones y las reacciones se ejercen en todos los dominios posibles: tanto el dominio moral como en el físico; en el dominio nosológico como en el fisiológico. La reacción no es particular de un órgano, sino de todo el organismo en virtud de la
energía vital.

¿Cómo puede ayudar la Homeopatía?

La homeopatía nos permite, mediante las particularidades de la entrevista con el paciente y sus fármacos, una mejor comprensión de los síntomas y signos mal definidos al enriquecer la semiología con multitud de síntomas, signos y modalidades (variaciones individuales de estos síntomas) que nos facilitan tratar no solo la enfermedad entendida como conjunto de síntomas, sino la forma particular de manifestarse en cada individuo. Aporta mayores posibilidades terapéuticas basadas en el modo de reaccionar del paciente; pone a nuestra disposición medicamentos bien tolerados con mínimos efectos secundarios; sus características mejoran el cumplimiento del tratamiento y ayuda a que el propio organismo del paciente cure su dolencia mediante sus recursos de regulación.

 A los médicos nos permite escoger el mejor tratamiento disponible, abaratar los tratamientos, tanto agudos como crónicos, y nos abre a la posibilidad de entender el binomio salud-enfermedad como algo dinámico. La práctica de una medicina basada en el enfermo, descentrada de la prescripción como acto principal de la relación médico-paciente, centrada en cambio en el conocimiento del mundo físico, psíquico y emocional de este, permite al médico que se especializa en homeopatía romper el binomio síntoma-receta y utilizar su mejor recurso. Pero, sobre todo, nos ayuda a conseguir lo que más deseamos, un ejercicio profesional que nos aporte satisfacción personal.